miércoles, 1 de octubre de 2008

Todo lo bueno se acaba (I)

Pues ya estamos en Madrid, y currando de nuevo...


Todo lo bueno se acaba, y este viaje tuvo su final en Barajas, el domingo a las 9:30 hora local de Madrid, después de haber salido de San Francisco el viernes a las 11 de la noche (más o menos) haber llegado a las 8 de la mañana del sábado a Miami (3 horas +), haber estado hasta las 6 vagando por la ciudad y volar de regreso a Madrid (6h +).
Dos noches en dos aviones.
Un palizón y cargados de maletas (2 por cabeza). Cuando a los del hotel les dijimos que si nos podían guardar las maletas casi les da un síncope...



Pero bueno, ha sido un viaje alucinante, 3.200 millas (unos 5.500 km) el cual personalmente me ha hecho descubrir parte de los EE.UU. que desconocía, desechar ciertos mitos y comprender muchas cosas que antes desconocía de su "estandar" de vida... del que por cierto nada tiene que envidiar Europa.
Una cosa es lo que nos presentan en las series y películas y otra muy pero que muy distinta es la realidad. Tanto lo bueno como lo malo...

Una cosa sorprendente en San Francisco (y en casi todas las ciudades que hemos visitado) la luz aún va por la calle, ( a 110 v) sin soterrar, sostenida por postes de madera vieja y en donde los vecinos se enganchan directamente de los cables, como los chabolistas de la Celsa...
Entre los tranvías, los trolebuses y los cables de la luz y el teléfono, no se ven más que cables...

El último día nos dío tiempo para visitar el barrio de los "altos de Bernal" y allí fuimos, para que nuestro compañero Javier, se hiciese fotos con los nombres en honor a su antepasado ...

La verdad es que tiene unas vistas alucinantes de la ciudad.

A ver si pongo otra entrada sobre Miami, otro gran mito a descartar...